El Fin
¿Cuántos, antes que yo, en este extravío
buscaron en su alma la secreta
luz, que guiara hasta la ansiada meta
como guía la brújula al navío?
¡Cuánto más dura cuanto más porfío
me resulta la búsqueda indiscreta!;
pues no hay explicación que no acometa
lanzado a la pasión de mi albedrío.
Pero comprendo, al fin, que en el arcano
devenir de los días es en vano
perseguir la razón de este concierto…
Y que forzar la rueda del destino
nos arrastra a un tremendo desatino
pues conocer el Fin, es estar muerto.
Junio de 1982
Nota del Revisor: subtitulado en una primera versión como “La Razón Suprema”.