Presentación

El presente blog tiene el propósito de homenajear y difundir la obra poética integral del Dr. Juan Carlos Caputo, mi padre. La poesía fue para él catarsis y ofrenda generosa a los amigos; no fue su medio de vida, pero sin su expresión no podía vivir. Legó el importante cuerpo de 164 poemas, sonetos al estilo clásico en su mayor parte. Quedó en mí la tarea de recopilarlos, ordenarlos y clasificarlos, una tarea extensa que él jamás me pidió, porque nunca pensó en sus poemas como un universo conjunto a ser conservado o publicado, no le dio suficiente importancia. Pero al releer, estudiar y analizar su poesía, y al apreciar el importante volumen de la obra en su conjunto, observé que hay aquí demasiada belleza como para que permanezca ignorada. Por eso decidí hacer esto, me mueve la sana intención de entregar al mundo su obra, y qué mejor que la internet para cumplir con ese propósito, llegar al más amplio universo de lectores, para que sea como un mensaje en una botella arrojada al mar, que navegue en las aguas virtuales del mundo, con la esperanza de que sea recogida por almas sensibles que lleguen a conmoverse con sus bellas palabras y les brinde algún sentido, una sonrisa, una lágrima, una nostalgia, un asentimiento. Solo con eso el propósito estará cumplido. Todo eso ya está logrado en el pequeño círculo de amigos que leyó sus sonetos. Y estoy seguro de que hay muchos más amantes de la poesía distribuidos por el mundo.

Esta es la recopilación del poemario de un alma sufriente y esperanzada. Sumergirse en la mente de Juan Carlos Caputo a través del tránsito de su obra poética es muchas veces muy doloroso, y es difícil sustraer el alma a esa tristeza, a veces desesperación, otras amor lacerante, también reflexión profunda, pero como pasa también en algunas obras de Frédéric Chopin o Franz Schubert, la tristeza se entrelaza indistinguiblemente con la profunda belleza del discurso, tornándose en una sensación agridulce que es la que finalmente decanta en el lector.

Como su hijo, se me podrá acusar quizás de ser un actor parcial. Por supuesto que se trata de un acto de amor y de justicia, ¡quién podría reprochármelo!, pero como todas las historias humanas se repiten a lo largo del tiempo, no son únicas, también me mueve el altruismo y la esperanza de que otras almas que sufrieren de un dolor semejante al de mi padre, pudieren encontrar en sus palabras una expresión cabal de ese dolor inefable, y con ello un atisbo de consuelo. Me acoplo así a la intención que el propio autor manifestó en sus escritos.

Así comenzamos este blog. Y digo comenzamos, porque sin ustedes, amables lectores, esta tarea sería vana. ¡Muchas gracias por estar ahí!

Fabio Gustavo Caputo

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