El ángel perdido
(Congoja)
A la memoria de mi pequeña Hebe.
Me concedió el Destino cierto día
un ángel rebosante de ternura,
que era diáfana luz y era alegría
llenando cada instante de dulzura.
La vida, en complicada geometría
a mi ángel enredó, en su desventura,
y con artera, injusta alevosía,
privóme de su amor y su hermosura.
Herido el corazón, en su desvelo,
errando en las tinieblas de su suerte
no encuentra ya reposo, ni consuelo;
y no hay razón que en su razón acierte
para admitir lo inútil de su anhelo,
de develar las sombras de la muerte.