Encantamiento
Este es el mismo soneto de la entrada anterior. Pero corregido años más tarde, fue incluido para su presentación en el 2º Certamen de Poesía del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, con varios cambios además del título. Lo más notable es el cambio de sujeto: el original era en tercera persona; este nuevo en segunda, hablándole a su esposa.
La faz luciente sobre el cuello erguido,
clavada la mirada en el poniente,
fino el perfil de diosa, y en la frente
suelto el cabello al viento desprendido.
Con lánguido ademán, algo atrevido,
peinas los rizos en labor paciente
y abandonas graciosa, dulcemente,
las fuerzas al descanso pretendido
Brinda apoyo fugaz la dura roca;
y más atrás, el fondo movedizo
de un mar cambiante de matices troca
cuanto era realidad, en dulce hechizo…
¡Corro y fundo mi boca con tu boca
y alabo al Creador que así te hizo!
1984 – 30 años después.
Nota del Revisor: me parece evidente que mi padre debió encontrar real valor en este soneto, dado que es el primero de entre sus obras de juventud que decidió revisar y corregir para presentarlo en un concurso. Como dije en mi comentario de la entrada anterior, a mi juicio no estaba equivocado en absoluto. Los cambios no son menores, y por eso se publican los dos para comparación. No preferiré uno sobre el otro porque encuentro valores en ambos: en uno la potencia de la juventud y en el otro la reflexión de la madurez. Dejo al lector la preferencia sobre cada cual.