Maternidad
Por el torrente de tu sangre viene
y en lo más hondo de ti misma anida
el ser a quien le das y te da vida,
que siendo contenido te contiene.
Ansia de trascendencia que deviene
en generosa entrega sin medida;
y una ilusión tenaz, gozo y herida,
que entre sueño y vigilia te sostiene.
Así como el rosal le da a la rosa
el esplendor que a sí le empequeñece,
pues toda la alabanza va a la flor,
tú ,mujer, con tu fuerza venturosa
donas la plenitud que te embellece
para adornar el fruto de tu amor.
En los aires tibios de noviembre de 1994.