Navidad II
Trae, diciembre, una luz a mi ventana
que al expandirse a diáfanos raudales
envuelve con ropajes celestiales
la desnudez ritual de la mañana.
Y su nimbo, surgido de la arcana
constelación de fuerzas siderales,
se derrama en crepúsculos lustrales
sobre mi oscura condición humana.
Con bíblico esplendor de anunciaciones
antecede en el tiempo a la esperada
Noche, que sellará las redenciones.
Desplegará El Espíritu sus alas,
y en la inocente Imagen Encarnada
revestirá el amor todas sus galas.
1985