Soneto para la mano izquierda
A mi hijo FABIO.
Semejante a una araña tesonera
recorre el diapasón la mano izquierda
y con hábiles toques, cuerda a cuerda,
va tejiendo primores de encajera.
Con hipnóticas artes de hechicera
en febril arrebato o pasión lerda,
hace que la noción de ser se pierda
en la honda vibración de la madera.
Y me doy al ensueño libremente:
que ella goza de vida independiente
ajena a los caprichos del artista.
Como una celeste marioneta
salida de su orden, indiscreta,
a espaldas del Supremo Tramoyista.
24 de octubre de 1989
Nota del Revisor: regalo de mi padre luego de mi concierto de guitarra en la Associazione Nazionale Italiana. Fue el último concierto formal que di en público, aunque entonces no lo sabía.