Vértigo

Siento, que a cada instante más me alejo
de aquellos días plenos y felices
en los que el alma sepultó raíces
para nutrir de savia el tronco viejo.

Y sigo, a mi pesar, en un perplejo
descubrir permanente de matices
que se resuelven, luego, en tonos grises
de incierto definir harto complejo.

Si todo cuanto ayer me fue seguro
es hoy, no más, fragmento de este oscuro
terrible divagar en que me bato.

Con impaciencia aguardo, ya, el remedio
que poniendo final a este intermedio,
apacigüe mi vértigo insensato.

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