Fragmentos

Como un fino cristal que se astillara
por la onda del grito o por el choque
del frío soplo, cuyo aleve estoque
hecha trizas su forma dispersara;

de las dichas humanas la alquitara
del alma se quebró, por el disloque
que al orden de los sueños, con su toque,
el destino siniestro provocara.

Entonces, dejó el día de ser día:
de ser la noche, noche; y las estrellas,
estrellas aunque alumbran todavía.

Y lo que fuera un Todo, hoy en fragmentos,
clama su identidad entre las huellas
mas sólo le responden los lamentos.


Nota del Revisor: publicado en la antología Poetas del Ateneo Popular de la Boca.

0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *