Retablo

Hay un Belén de estrellas enjoyado
dentro de mí, reliquia de la infancia,
cuya lumbre reanima a la distancia
un pecho de ilusiones fatigado.

No tiene ya sino el recuerdo amado
de seres que le dieron su sustancia,
y a Tu sombra recobra la arrogancia
para volver a andar esperanzado.

No empece a la verdad lo artificioso
de aquel retablo ante el que me extasiaba
pensando que así Dios vería el mundo.

Porque aún hoy me traspasa el misterioso
milagro de la Noche, que te alaba
cuando vienes a mí de lo profundo.


Nota del Revisor: me resulta incomprensible por qué este hermoso soneto quedó en borrador, manuscrito, sin pasar en limpio. Porque de hecho expresa con certeza su sentir íntimo.

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