Soneto largo
A la muñeca que camina (Juvencia)
Si el calendario se salteara un día,
pensaba ingenuo para mi coleto,
a la frágil memoria achacaría
el olvidarme de tan gran suceso.
Mas por mi mal lo digo, y a fe mía,
que nunca he de mentir, yo lo prometo,
ganóme el almanaque en su porfía
viniendo como siempre tan completo.
Quedóme la esperanza peregrina
de que te conformaras con mis besos
mas la esclava conciencia, femenina,
tanto me machacó los pobres sesos,
que por calmarla de tan grande inquina
me hizo gastar al fin, mis buenos pesos.
Firmado como Harpagón
24 de febrero de 1954
2º aniversario de noviazgo.
Notas del Revisor
- Harpagón es el “avaro” de Moliere, referencia sarcástica a que tuvo que gastar para comprar un regalo. Mi madre cita en su diario que recibió este soneto en un sobre dedicado “a la muñeca que camina”, que él había dejado en su casa el día anterior junto con un paquete. El regalo consistía en varios discos maravillosos, entre ellos La bella durmiente de Tchaikovsky.
- Ingenioso soneto moderno.