Crepuscular

¡Qué belleza sutil cuando anochece!
La ciudad, de cabal geometría,
desdibuja detalles. Como el día,
sugerente también, se desvanece.

Sigilosa la sombra nace, crece,
y en los aires la gris melancolía
de la tarde se vuelve poesía
rimando con la estrella que aparece.

Los perfiles resaltan contra el cielo.
Cicatrizan los labios de la herida
por la muerte del sol, nubes sin vuelo.

Sólo falta la cítara del grillo
preludiando su son en despedida.
¡Qué misterio abismal… y qué sencillo!

AMBROSIO MATEO ROSSI

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