Navidad XIV

“No he venido a juzgaros, sino a restituiros un reino.”
(Apócrifos)

No había guardias, ni esclavos, ni festines,
ni asomo de magníficos portales,
sólo había dos mansos animales
y por ajuar, unos enseres ruines.

De gavillas de paja unos cojines
labraron los desvelos maternales,
en tanto pensamientos abisales
cruzaban un destino de aserrines.

Su Trono, Aquel que todo lo podía,
erigió en el regazo de María.
Fueron a honrarle sabios y pastores

anunciando que había nacido un rey,
sin saber que era el Dios de sus amores
y que en Su Reino era El Amor la Ley.

1997

Nota del Revisor: un soneto bellísimo, de enorme inspiración.

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