Payada

Aquí me pongo a cantar
al compás de la guitarra
y echo esta estrofa bizarra
pa’ celebrar el evento,
y que la disperse el viento
como al canto de cigarra.

Justamente pa’ febrero
al cumplirse la docena,
le juro que me dio pena
que me faltara amigazo!
y tuve que dirme al mazo
sin festejar la “verbena”.

Hoy, ya listo en la largada
y con un pie en el estribo
ahijuna! la pucha digo
no viá hacerme el cimarrón!
y por eso canto Don
mi canto lo más sentido.

Hermano, lástima grande!
Marcho por ello contrito,
porque no es un papelito
sustancioso como el pan,
ni el verso, aunque verso tan
gustoso como el vinito!

Pero queda la esperanza
que a mi vuelta por el pago,
se terminen los amagos
y ansí como tal lo pido
juntos del amigo Guido
nos tomemos ese trago.

Endemientras la ocasión
aguaitamos al acecho,
no se achique y saque pecho
para atender el boliche
y a cada cliente “fiche”
del revés y del derecho.

Y para tal, aparcero,
le dé el cielo muchos dones,
y pa’ ayudar ocasiones
que se presenten de veras
ahi le dejo una “cartera”,
pa’ enllenarla ‘e patacones.

Firmado como Pepe Fernández
(a) El Juancho


Nota del Revisor: este, como los dos anteriores, es un poema cómico de ocasión, una broma poética, de ninguna manera un escrito serio. No hay documentación adjunta al manuscrito, así que solo puedo conjeturar su origen. Es posible que estuviera dirigido a uno de sus socios en algún aniversario del Estudio contable a principios de la década de 1970, y en el mes citado (febrero) hubiera programado sus vacaciones, por lo que se perdería en consecuencia el festejo, y le dejara de regalo una billetera. Mi padre era un ávido lector de la poesía gauchesca, y de ahí sacó el modo.

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